¿Por qué son importantes las alianzas para promover el desarrollo social y las agendas de Derechos Humanos?
El objetivo principal de las alianzas es unir estratégicamente los esfuerzos para reducir las injusticias sociales a través de la redistribución de recursos y a través de programas de desarrollo social y económico y/o MdI. De hecho, las OSC que comparten los mismos objetivos también comparten la responsabilidad de trabajar conjuntamente para acelerar el progreso hacia su meta (Hale, 2011). Sin embargo, la cooperación entre las OSC suele limitarse a sus socios habituales (ibid.) y la mayoría de las OSC no explotan el potencial que ofrece la colaboración (Iglesias y Carrera, 2013).
En el actual contexto global de interdependencia e interconectividad, trabajar con otras/otros, desarrollar MdI conjuntos y compartir visiones, diagnósticos y Teorías del Cambio, es fundamental si queremos tener un impacto significativo. Por un lado, las colaboraciones ¹ –y, las Alianzas Estratégicas– aparecen como mecanismos para ser más eficientes y eficaces cuando las demandas sociales crecen, los problemas se vuelven más complejos y los presupuestos se reducen; y, por otro, fortalecen la legitimidad de las OSC.
El propósito de las Alianzas Estratégicas para la justicia social y el desarrollo social puede lograrse cuando existe un verdadero compromiso de todas/todos las/los socios involucrados. Para obtener este compromiso, las/los socios deben tener un claro entendimiento de lo que implica la asociación. Esto significaría que existe un apoyo mutuo para la identidad y el bienestar de cada actor, y para todos los aspectos del trabajo.
Las Alianzas Estratégicas son colaboraciones en las que:
Un enfoque de colaboración plantea una serie de preguntas: